domingo, 15 de julio de 2012

Tango Prostibulario




Tocámelo que me gusta (Prudencio Muñoz)
Metele bomba al primus (José Arturo Severino)
Se te paró el motor (Rómulo Pane)
Dejalo morir adentro (José Di Clemente)
El movimiento contínuo (Oscar Barabino)
Afeitate el 7 que el 8 es fiesta (Antonio Lagomarsino)
Viejo encendé el calentador (J. L. Bandami)
El matambre (J. B. Massa)
Tocalo que me gusta (Alberto Mazzoni)
Date vuelta (Emilio Sassenus)

Empujá qe se va a abrir (Vicente La Salvia)





Esos tangos eran para piano, generalmente sin letra, o sea, se trataban de partituras con títulos "pícaros", con "doble sentido", incluso un poquito procaces, referidos al acto sexual, a partes del cuerpo, etc, pero en mayor o menor medida, divertidos. 






Entonces, se los llama tangos prostibularios, no por su origen prostibulario, sino por tener títulos de "doble sentido" con palabras usadas en las casas de la alegría en esa época.
El más conocido casi sin duda es "El Choclo".



El Arte de las Putas de Nicolás Fernandez de Moratín


Este libro es un anecdotario o una guia de la noche madrileña del siglo XVIII. 


Los apodos de las prostitutas y la mayoría de las historias son reales. 


El lector encontrara aquí otra visión del erotismo, una imagen tal vez más mundana, ajena a la de otros clasicos del tema; los consejos y la ironía son los principales ingredientes del poema que se presenta como una apología elegante y sarcástica del mas antiguo de los oficios.





Un hombre en tal afán constituido,
más que otra cosa a la piedad conmueve;
predicarle templanza no se debe,
por ser inútil. ¿Dónde, pues iría?
Aun cuando fuese justo que invadiese
las mujeres honradas, ¿hallaría
quien su gula carnal satisfaciese?
¿Y habrá caritativa providencia
mejor que el encontrar una muchacha
que a su gusto le dé pronta licencia,
sin costarle millares de pisadas,
postes, suspiros, lágrimas, ternezas,
escrúpulos, regalos y paseos,
estar al tocador todos los días
y la noche pasarla en galanteos,
y rematar por fin de estas porfías
con que su honor les pone impedimento,
o en que no hay ocasión, después que el otro
su gusto ya logró mil veces ciento,
y todo a costa nada más que un poco
de dinero, vil precio a tanto gusto?
No sé por cierto cómo hay quien no deje
de galantear al modo quijotesco,
ni cómo hay españoles que cortejen
contra el carácter impaciente suyo,
haciendo noviciado el cabronaje.
Que no es muy malo el putear arguyo,
por más que griten mil Matusalenes
con arrugada frente y blancas sienes,
porque ellos ya no puedan; sus razones
no dan más fuerza, imposible es darla;
dignas de risa son sus opiniones;
ya el tiempo se acabó en que se creía
a un viejo cualquier cosa que decía
sin más examen; ya se ha desterrado
de las aulas la hipótesis; se niega
lo que se ve, si no está demostrado.
Juzga el mundo en común que el ansia ciega
de murmurar, de amontonar tesoros,
de ser un corazón inexorable,
no es maldad, o que es más abominable
el fornicar el hombre una mozuela. 





Leandro Fernández de Moratín
Arte de las putas1898


Incluso en el fango




"Alguna veces encuentran, sin buscarlo, poses de tal nobleza y audacia que encantarían al escultor más delicado, si la escultura moderna tuviera el coraje y el espíritu de recoger la nobleza por doquier, incluso en el fango...
"...Otras veces se muestran postradas, en actitudes de desesperado aburrimiento, en indolencias de cafetín, preciándose de un cinismo masculino, fumando cigarro para matar el tiempo, con la resignación del fatalismo oriental; tendidas, espatarradas en divanes, las faldas redondeadas por delante y por detras dando forma a un doble abanico o apoyadas, haciendo equilibrio, en sillas y taburetes; pesadas , melancólicas, estúpidas, extravagantes, con ojos bruñidos por el aguardiente y frentes abultadas por la tozudez". 


-Charles Baudelaire-


Casa de Putas

La expresión “casa de putas” proviene de la Edad Media. 



Anteriormente existían los términos dicterium y lupanarium, y más tarde surgieron los de “burdel” ,”baño” y “salón de masajes”. Sea cual sea el término con el que se designa a este tipo de lugar, lo que confiere al burdel un enorme interés es la forma en que refleja la sociedad en la que existe.

Los elementos constitutivos de los burdeles: su arquitectura y decoración, el personal que los asiste, la comida y bebida que en ellos se sirve, reflejan la cultura de la época tanto como lo pueden hacer la música, la pintura o la literatura. Y por encima de todo son UN REFLEJO DE LA SOCIEDAD.”




De ahí, que si analizamos detenidamente la estructura social que se nos está intentando imponer, podamos explicar con más objetividad la causa y consecuencias de la existencia de las “casas de putas” y de quiénes la protagonizan.





Si consideramos a estas casas “negocios” percibimos sin gran dificultad que quienes están detrás de ellas -como en todo-, es el capital; porque a nadie se le escapa que son los “burdeles”, las “casas de placer” o “las casas de masajes”, lucrativas empresas que producen unos altos beneficios con costes muy bajos; de ahí, que existan diferentes “negocios” adecuados a distintas clases sociales y a sus específicos intereses.






Demasiado equívoco como para que se le pueda descifrar



"Maravillosa simplicidad de la obertura, la atracción no tiene otra cosa que ofrecer más que el vacío que se  abre bajo los pasos de aquel que es atraído, más que la indiferencia que recibe como si él no estuviera allí, más que el mutismo demasiado insistente como para que se le resista, demasiado equívoco como para que se le pueda descifrar y darle una interpretación definitiva. Nada que ofrecer más que la seña de una mujer en la ventana, una puerta batiente, las sonrisas de un portero a la entrada de un lugar ilícito, una mirada abocada a la muerte." 


-Michel Foucault (El pensamiento de afuera)




Como forma embrionaria la prostitución puede citarse como la costumbre vigente en las islas Palaos: 

         Allí las mujeres, no sólo las doncellas, sino también las casadas, acuden a las asociaciones de jóvenes, viviendo en ellas más o menos tiempo, según las circunstancias.






El explorador Semper refiere de una isleña que le dijo: "Entre nosotros, cuando dos consortes tienen graves desavenencias, la mujer se va al bais más próximo: si el marido luego quiere reconciliarse con ella, ha de dar una cantidad de dinero al clobbergoll (asociaciones de hombres) al que pertenece el bais; si no da la cantidad pierde todos los derechos que sobre ella tenía. Así ella sigue viviendo en el sobbergoll hasta que otro hombre, más poderoso la compra."


 En dichas islas, dice Schurtz, no representa deshonra alguna para la mujer vivir en el bais en calidad de armungui (prostituta).


En las Carolinas, la mujer que ha tenido por primera vez trato sexual con un hombre solvente, puede, como armungui, ir con los extraños o casarse o hacer vida en el blolóbol. En el primer caso es pagada por un hombre determinado, pero conserva la libertad de ir con otros; en el segundo, forma con otras mujeres de la tribu o localidad una sociedad (blolobol), trasladándose a otra localidad en donde ejercen la prostitución, y el dinero que recogen lo reparten los caudillos de la propia tribu entre los individuos y familias de ésta.






En Melanesia la prostitución es una especia de substituto del amor libre. En Florida, por ejemplo, los jefes de las tribus destinan las mujeres de mala conducta a la prostitución, viviendo éstas en las casa del jefe, con obligación de entregarle una gran parte de sus ganancias.


En África la esclavitud ha ejercido gran influencia en la prostitución, pues la mayor parte de las prostitutas son esclavas; sin embargo, allí también, como en otros sitios, se ve comprobado que la prostitución tiene su origen en el libre comercio sexual. 


Así, en la costa de Oro, primitivamente, unos cuantos jóvenes compraban una esclava y la llevaban a una choza especial, en donde ella se entregaba indistintamente por una pequeña remuneración. 






Los compradores de las esclavas percibían una gran parte de las ganancias que hacían aquéllas y cuidaban de su subsistencia. 


En Dahomey, el rey era propietario de las tales, viniendo ellas obligadas apagarle tributo. 


En África ecuatorial está muy extendida la prostitución hospitalaria, considerándose allí, por la mayor parte, la mujer como un medio lucrativo superior en beneficios al comercio de esclavos. Se da a menudo el caso de entregar los hombres sus mujeres a los extranjeros ricos.


En la India se practicaba la prostitución ya en los tiempos primitivos. En el Rig-Veda se halla nombrada, aunque su concepto no alcanza una extensión definida. A las muchachas que carecían de hermanos, se las inducía a ganarse el sustento por este medio, y en la literatura védica se lee a menudo expresones como kumari-putra (hijo de la doncella), agru (hijo de una soltera) y otras que indican la existencia de la prostitución. Las leyes la prohibían. 



Manu manda castigar a las prostitutas, y el brahmán no puede tocar alimento alguno servido por una prostituta, porque puede quedar excluido del mundo superior.

Prostitución en la Edad Moderna


Durante la Edad Moderna las regulaciones introducidas para combatir el contagio venéreo, se tradujeron en reglamentos contra la prostitución, que no hacían más que repetir los antiguos. Aquella triunfaba en realidad, no ya en las grandes ciudades solamente, sino en las mismas cortes, como de ello dan ejemplo la disolución de la de los Valois y los Médicis. 




El fausto y la ostentación de las favoritas de los monarcas y magnates, como Diana de Poitiers, Gabriela d' Etrées y tantas otras, no eran para desarraigar el vicio cada día más extendido. 




Las riquezas del Nuevo Mundo, aumentando las que ya existían por el comercio de Oriente, hicieron crecer el número de mujeres galantes, figurando en ellas sin pudor alguno, incluso damas de renombre en Italia.




Lo propio cabe decir del siglo XVIII, inaugurado con la corrupción de costumbres de la regencia. Felipe de Orleans y el duque de Borbón precedieron sólo en sus liberalidades a las favoritas a los días de Luis XV y del Parque de Ciervos. Si a veces una feliz casualidad hacía cuando menos dorar por los esplendores del arte la bajeza del vicio en regias amantes, como la marquesa de Pompadour, las más de las veces no conducía sino a ruinosas prodigalidades. De ellas dieron ejemplo con sus mancebas el rey Augusto de Sajonia y el célebre ministro conde de Bruhl, que consumieron las rentas de sus estados.





La condición del promedio de las prostitutas no había variado mucho, sin embargo, viviendo la mayor parte de ellas en la mayor miseria, tiranizadas sus amas y sujetas a la arbitrariedad de la policía. Si en algún país, como Inglaterra, escapaban a la vigilancia gubernativa, por no existir legalmente en esta parte, su estado no era mejor en el fondo. De ello dan fe las comedias de Gay y las sátiras y libelos de la época, como los de Jonhson y Francis.


Entre las gentes acaudaladas y la clase nobiliaria el hábito de las cenas galantes contribuyó en gran manera a difundir la prostitución con apariencias más cautivadoras e inofensivas. Sin embargo, el número de mujeres entretenidas era verdaderamente asombroso en las grandes capitales, algunas de las cuales, como Venecia y roma, no eran más que centros de cortesanas, como se ve en las obras de Rousseau y de Casanova.




La tormenta revolucionaria francesa no acabó con la prostitución, como de ello dan ejemplo las obras históricas de los Goncourt, y sabido es el alcance que tomó durante el directorio, donde se plagiaron a su manera las costumbres grecorromanas.

Consolidada ya la paz europea y con el advenimiento de un nuevo estado de cosas, cesaron los escándalos de prostitución en las altas esferas, pero no por ello dejó de existir en otra forma. La fama de las entretenidas y mujeres galantes francesas, tan popularizada en las obras de dumas y de Murger, fue verdaderamente universal. 


La idealización del tipo de la pecadora por amor comenzada en la Manou Lescant y renovada en la Dama de las Camelias, dio nuevos aspectos al problema social que estudiamos. 

Sea como quiera, la organización de las prostitutas no varió en lo esencial a pesar del cúmulo de reglamentaciones en todos los países, hasta llegar a la ausencia completa de ellas, como en la América del Norte. 



En cuanto a las dilapidaciones y prodigalidades con tales mujeres no dejaron de existir, alimentando la crónica escandalosa de la época, como lo atestiguan los nombres de Lola Montes y de Cora Pearl.










Prostitución en la Edad Media





En la Edad Media La capital de los emperadores de los antiguos ofrecía en el barrio de Gálata el aspecto de los antiguos centros de prostitución de Grecia y Roma: lo propio puede decirse de Chipre y de Creta, que se hicieron célebres en este sentido, mencionándolos los viajeros extranjeros como Ibn batuta. 






La influencia de la prostitución bizantina se hizo sentir, asimismo, con todos sus refinamientos en el mundo musulmán. Las conquistas de los árabes en Siria y Egipto, tuvieron como consecuencia la adopción de costumbres del vencido, y así, la capital islamita de damasco parecíase en un todo a una ciudad griega. En general, la prostitución en las ciudades medievales y especialmente las del Norte, adoptó la forma cerrada de los burdeles, aunque no faltaban casos de la ambulante en forma de danzarinas o tafiedoras de harpa y cítara.






En general las prostitutas de la edad Media ejercían su comercio como gremio reconocido, figurando en las entradas solemnes de príncipes en las poblaciones festejándoles con ofrendas de flores. No era infrecuente tampoco que las visitasen entonces grandes dignatarios, que, por otra parte, las obsequiaban con regalos para bailes y festejos. Tal ocurrió en Viena durante el reinado del emperador Segismundo en 1435 y en Praga en el del emperador Alberto II.
La influencia de la prostitución ambulante en las ferias y mercados es uno de los rasgos característicos de esta época que excedió considerablemente a la antigüedad en tal concepto. Lo propio puede decirse de las grandes fiestas populares, como las de los Santos, de Pascua y Carnaval, de los torneos, de las cortes, peregrinaciones y romerías.






En cuanto a las grandes expediciones militares, como las de las Cruzadas, no hay que decir que los puertos de mar, como Hamburgo, Venecia, Nápoles y Lisboa, eran un centro de una enorme prostitución, como lo atestiguan las poesías de la época. No poca influencia ejercieron también en ella las gentes de condición servil, que no dejaron de existir en toda la Edad Media. Así, en Bizancio, a pesar de las prohibiciones de la emperatriz Teodora, hubo un gran tráfico de esclavas, lo propio que en Italia y en Grecia, no obstante renovarse los edictos persiguiendo tan vergonzoso trato. En las mancebías estaban tratadas las mujeres como verdaderas esclavas, y lo propio acontecía en todo el Oriente musulmán, lo que se refleja en la literatura de aquel tiempo.

Prostitucion en Roma


En los tiempos de Roma no se halla reconocida la prostitución hasta el siglo III a. De C, la extensión de la prostitución a Roma se debió al rigor de las leyes contra el adulterio y la seducción, que persistían aún durante el reinado de Augusto.



Las guerras y conquistas de los romanos al aumentar enormemente el tráfico de esclavos favorecieron como consecuencia la prostitución.





Se ejercía desde la infancia educando a propósito a las destinadas a ella y por cuenta de mercaderes o lenones de ambos sexos, se observaban una serie de condiciones como en un contrato cualquiera, pudiendo liberarse las prostitutas por un precio fijo que pagaban sus amantes, se cree que en aquellos tiempos hubo de alcanzar la cifra de aquellas mujeres una proporción mucho mayor que en la actualidad.
En Corinto, Alejandría, Neápolis, Bizancio, Antioquía y Cartago, se contaban innumerables prostitutas, ejerciendo libremente su oficio, generalmente como danzarinas y flautistas. No faltaban fiestas, a veces, con carácter religioso y a las que concurrían aquellas como las célebres Afrodisias y Dionisiacas, Floralias y Bacanales. Las cenas con mujeres de tal condición conservaban el nombre griego de SYMPOSION, eran frecuentes y muy a la moda reconociéndolo autores como por ejemplo Cicerón.( Asi cuando un marido dice que va a un simposio ya sabemos que es lo que hara)





También existían algunas costumbres que se asemejaban a las modernas como la de los “Restaurantes galantes” o “Escuelas de Flautistas”
 Los baños y termas eran asimismo punto de reunión de mujeres galantes y de los petrimetres de la época, conocidos por ARDELIONES. En los molinos, las tahonas, tiendas de vinos y aun en las calles y plazas eran comunes las escenas de prostitución por parte de las ALETRIS, ALICARIAE, AMBULATRICES Y NOCTILUCAE.





Había templos especiales, como el Isis de Romaque que servian como lugar de citas como también lo eran los Pórticos, Anfiteatros, las Arenas y aun los Cementerios conocidos son los lupanares de Pompeya y Herculano o casa de un solo piso, con cinco habitaciones reducidas, alrededor del vestíbulo pinturas e inscripciones obscenas y en la parte alta una sala y diversos aposentos con salida separada por otra escalera todo lo cual daba al lugar una atmósfera pesada, fétida y oscura. Estos lugares no eran constantemente habitados, sino simplemente alquilados de momento existiendo, no obstante, casas de habitaciones permanentemente con sus rótulos en las celdas expresando el nombre de guerra de las mujeres.
Se les consentía una serie de adornos sea de joyas o de riqueza de vestidos, predominando los colores púrpura y azafrán, los vestidos transparentes, las cadenas de oro, los pendientes, cinturones todo ello realizado con piedras preciosas. No era raro por otra parte el abuso de bebidas alcohólicas ni tampoco infrecuente el uso de abortivos de toda clase.
 Los precios podían llegar a ser exorbitantes y tampoco eran raros los grandes regalos como dos colmillos de elefante de l0 pies de largo entregados por el emperador romano Carino a una mujer para que construyera con ellos una cama.

La prostitucion en el posmodernismo

Carlos Thiebaut analiza las cuatro caracteristicas de ese modo de estar fuera de los cánones y de la sensación del otro. 


Modo que las cortesanas, poetas malditos, pintores de la vida y ociosos marginales utilizan para ponerse en escena y ser protagonistas.




1- En primer lugar se le concede una marcada preponderancia al uso del lenguaje como espacio polisémico por excelencia




2- Luego se produce una destitución del sujeto de la intencionalidad. Se lo presenta como inacabado e imperfecto.



3- Se destruye la pretendida unidad de la racionalidad y el sentido.






4- Se produce un quiebre de la noción de historia en su orden cronológico

 Asi es como en esta etapa de posmodernidad nos encontramos atrapados entre lo transistorio y lo fragmentario; entre la irracionalidad y la saturación. Es preponderante buscar la estetica desde la exterioridad. Vivimos en el nihilismo perfecto fraguado por Nietzche.






En el arte posmoderno podemos encontrar cuatro caracteristicas constantes segun Eugenio Trías


1-  La idea del vacío


2-  El objeto neutro o trivial. Neutralismo absoluto


3-  Necesidad de neutralizar objetos insignificantes o vulgares para darles relevancia


4-  El lugar en el cual se genera la semilla del vacío- la gran metrópolis, la ciudad industrializada, etc.





Prostitución y Tango por Eduardo Giorlandini


Artículo publicado en la Revista CLUB DE TANGO Nro.19  Mayo-Junio  1996



La prostitución femenina ha sido una constante en la historia de la Argentina. Por otra parte, ha sido un fenómeno planetario, a lo largo de muchos siglos.
En el caso de nuestro país y con vinculación al tango, se advierte en diversas fuentes el sistema de relaciones existentes; algunas de ellas son documentales, legales, bibliográficas, hemerográficas y literarias.




Me referiré, entonces, particularmente, a la literatura popular argentina y, de modo más especial todavía, a la poesía lunfarda y a las letras de tango. Son muy ricas hasta 1910 aproximadamente, pero la puntualización que haré se refieren al período 1920-1940.
Hacia 1920 estaban frescos los recuerdos sobre los prostíbulos y sobre el ejercicio de la prostitución en casas que no eran prostíbulos. Ambas forman subsistieron, aunque con menor intensidad.





Hasta 1937 existieron los cafés de camareras, particularmente en La Boca; las mujeres que atendían las mesas, que vestían de negro, bailaban con los parroquianos, entre café y café, o entre copa y copa. Y también... en el mismo lugar.
En los cabarets de Buenos Aires, que no eran similares a los europeos, había reservados donde se hacía al amor; hubo algunos famosos, en el mismo centro de la ciudad. Además, hasta esa fecha existieron los prostíbulos, reglamentados y controlados por las autoridades públicas. En ese momento se clausuran prostíbulos y cafés de camareras. Luego igualmente subsiste la prostitución, de diversas formas.




Una de ellas fueron algunas orquestas de señoritas, integradas por mujeres que no sabían música ni tocaban, simulaban hacerlo. Cuando bajaban del escenario o del "palco tanguero" arreglaban horarios y tarifas con los clientes.






Generalmente, las letras de tango de esa época no aluden en forma directa a la prostitución, pero sí a las mujeres que la ejercían, con eufemismo: cabaretera, milonga, milonguera; había todavía una franja de mujeres extranjeras, en lugares de categoría; la poesía popular ya no aludía más a los quecos, "tambos" y, en fin, casas públicas, y menos a la prostitución organizada existente.